Esmeralda M. Guerrero

Esmeralda M. Guerrero

The Franklin: El corazón artístico de Chicago

5 July, 2019

 

The Franklin. Todas las fotos son cortesía de la artista.

 

En enero del 2005 Contratiempo publicó una reseña del trabajo que Edra Soto estaba exhibiendo en Gallery 400 (Contratiempo número 21, 2005). En ese entonces Edra tenía apenas 4 años viviendo en Chicago, había terminado recientemente su maestría en The School of the Art Institute of Chicago y daba clase en una escuela preparatoria.

Le pregunto ¿Cuánto ha sucedido desde entonces? Han pasado 15 años. ¿Cómo ha evolucionado tu trabajo? Ella me responde con esa risa carismática y divertida, “a ver… en ese entonces todavía daba clases en una escuela preparatoria, lo hice por 10 años, y desde hace 5 doy clase en The School of the Art Institute of Chicago (SIAC). También doy una clase en UIC llamada Introduction to Social Engagement. Mi carrera despegó cuando comencé a dar clase en SAIC y fui invitada, junto con otro artista puertorriqueño, a curar Present Standard una exhibición enfocada en artistas Latinx en el Cultural Center de aquí de Chicago (2016). Esto me dio mucha visibilidad.”

Edra además ha sido invitada a numerosos proyectos y residencias nacionales e internacionales, y frecuentemente da charlas en universidades. Su trabajo artístico no se encierra en una sola técnica en particular y es complejo describirlo solo en términos visuales.

La prolífica obra de la artista puertorriqueña Edra Soto (foto 2) es el resultado de la profunda visión creativa con la que ella comunica  su papel como agente de cambio social. Con esta noción, Edra resalta simbólicamente la importancia de objetos y/o conceptos cotidianos que son ignorados porque forman parte del paisaje habitual.

Esta observación amplificada de lo cotidiano es característica de quién ha dejado su lugar natal y se ha mudado a otra sociedad de costumbres y arquetipos distintos. Desde este punto de vista es más fácil examinar las diferencias y a la vez, se requiere de esfuerzo y práctica entender el sentido retórico de las palabras, los lenguajes corporales y los símbolos culturales. Este entendimiento además sucede un contexto personal que muchas veces intenta encontrar el equivalente en su realidad de origen que, a su vez, también ha sido ya vuelta a evaluar. (Foto 3)

Un ejemplo de esta observación es el proyecto de intervención arquitectónica llamado Graft, (Foto 4) que halla de nuevo la belleza y funcionalidad de las rejas que abundan en la arquitectura boricua. Estas rejas o celosías de hierro son características de la arquitectura del Puerto Rico de las postguerra que las ha utilizado, desde entonces, como medio de protección y que ahora son también re conocidas como parte de la estética visual de la arquitectura de la Isla. Estas intervenciones arquitectónicas (foto 5) ha sido instaladas y exhibidas en diferentes lugares de Estados Unidos y en algunos casos las los diseños de Edra se han quedado permanentemente en edificios de este país. Estamos hablando de un elemento arquitectónico que ha reunido historia del arte, arte, arquitectura, sociología y política para resaltar su valor en cada una de estas disciplinas.

Otro ejemplo de esta observación amplificada es el proyecto Open 24 hours, que nació a partir de la colección de numerosas botellas de licor que Edra recoge cada mañana cuando camina por su vecindario (foto 6). Cien tos de estas botellas hermosamente expuestas (foto 7) dirigen la atención del espectador hacía los problemas de basura, alcoholismo y la falta de almacenes que vendan comida real, no solo alcohol, en comunidades afroamericanas como East Garfield Park, en Chicago, donde Edra vive.

 

 

“Las botellas vacías de cognac son las que más encuentro en la calle, y esto me llevó a investigar la relación de las comunidades afroamericanas y el cognac. Descubrí que los soldados afroamericanos, que estaban peleando las guerras mundiales en Europa, tuvieron contacto con el cognac en el sur de Francia, al mismo tiempo que Francia estaba descubriendo y celebrando el valor musical y cultural afroamericano mucho antes que los americanos lo hicieran.”

En 2012 esta dedicación social y artística que Edra tiene le llevó, en colaboración con su esposo Dan Sullivan, a crear un espacio artístico  (en el sentido físico y también figurativo) donde artistas y creadores pudieran exhibir y tener programas completamente dirigidos por ellos mismos. Se trata de un cubo de aproximadamente 9 o 10 pies cúbicos, hecho de madera. Las paredes exteriores son celosías con un diseño moderno y funcional que sirve también como sistema de ventilación. Las paredes interiores pueden modificarse de acuerdo a las necesidades de las exhibiciones que ahí se presenten. Originalmente fue expuesto en Northeastern Illinois University (foto 8) como pieza central y después fue trasladado al jardín de la casa de Edra y su esposo. (Foto 9) Y desde entonces The Franklin, como así se llama este espacio, ha recibido aproximadamente 200 artistas y colaboradores que han creado proyectos que conectan íntimamente al artista y al espectador. (Fotos 10 y 11)

The Franklin ademas responde perfectamente a la descripción que está en su sitio web donde menciona su devoción por crear modelos visuales y educativos que estén motivados por la generosidad y la empatía. ¿Cómo creas este equilibrio entre ser una artista reconocida  y el estar tan comprometida las causas sociales de la comunidad? Edra me responde: “En algún momento me di cuenta que el trabajo que hago tiene la misión de educar, comprometer (socialmente) y transcender el mercado comercial, del cual no me aparto completamente porque me gusta poder participar en toda clase de comunidades incluyendo  la comercial sin ser parte exclusiva de ninguna. Pero a través de The Franklin, siento que ofrezco un lugar sin ser yo o mi trabajo la parte central, porque no exhibo ninguna de mis obras en ese lugar ni en mi casa. Tenemos, mi esposo y yo, una colección de arte que nos permite hablar de otros artistas sin ponerme ahí directamente, y esto me libera de lo que pudiera ser el ego que usualmente está conectado con ser artista. Hacer arte no necesariamente se ve en nuestra sociedad como algo importante. El papel del artista es complejo, pero desde mi punto de  vista veo el arte como una manera de educar a la gente y yo misma estoy muy comprometida a educarme para representar este papel de artista. Es así como veo la relación y el valor del arte y la educación.”