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Los Migrantes y el Peje

6 August, 2018

Como la mayoría de los mexicanos (sí, mayoría, estoy seguro), festejé el triunfo de Andrés Manuel López Obrador el domingo pasado. Se me salió alguna lágrima leyendo y escuchando algunos comentarios en los medios sociales, que reflejaban mis sentimientos, uno en particular: ni el PRI ni el PAN tienen la presidencia.

En los días que siguieron el sentimiento se amplió: ni PRI ni PAN, ni juntos con pegados, tendrán mayoría en ninguna cámara del Congreso y serán un estorbo significativo en el proceso que viene en México.

Tampoco me chupo el dedo. No creo en los milagros, no creo en las soluciones inmediatas, no creo que basten seis años para sacar al país de la profunda miseria en que lo han sumido durante un siglo. Espero que se haga lo que se pueda hacer y que sea suficiente para convencer a todo el mundo de que la izquierda es la mejor opción.

Y no estoy solo.



Los migrantes se pusieron las pilas y mostraron por dónde van y por dónde les duele lo que les duele.

Siempre he pensado que a los migrantes no nos dejan votar libremente, y son plan con maña las trabas y obstáculos que nos han puesto en la ley y los reglamentos del Instituto Nacional Electoral. Estos obstáculos fueron insuperables para muchos. El INE emitió, en dos años, más de 600 mil credenciales electorales por medio de los consulados en todo el mundo. Después, descalificó para votar unas 450 mil, tres de cada cuatro. De los 150 mil probables votantes, lo hicieron casi 100 mil, una participación del 66 por ciento, mayor que los mexicanos en México.

Con su voto, un 67 por ciento de los migrantes escogieron a Morena y López Obrador, un porcentaje más alto que lo que sacaron en México. Unos más y otros menos, pero los migrantes de cada estado votaron más por Morena y su coalición que por cualquier otro candidato o partido. Guanajuato, único estado que perdió Morena en México, recibió también la mayoría de votos de sus migrantes.

El Peje y Los Migrantes



Ese apoyo se va a tener que corresponder. Y los migrantes no van a esperar a ver qué ofrece el gobierno de López Obrador, sino que están dispuestos a plantear su propia agenda. 

Seamos claros: Ni en el famoso debate donde se discutiría la problemática de los migrantes López Obrador (ni su equipo), se lucieron como expertos o grandes conocedores de nuestra dinámica y problemática. 

El gobierno de México nunca ha sabido (ni ha estado muy interesado en saber), qué pasa con la comunidad migrante. Los dos puntos básicos de AMLO, de conseguir que la migración sea voluntaria y no forzada, y que los consulados sean defensorías de los migrantes no están mal, pero son solamente enunciados. Sin menospreciarlos, los migrantes necesitamos más, mucho más.

La agenda migrante es general, desde derechos políticos hasta el manejo de los consulados, con cuestiones muy concretas. Está, por ejemplo, un primer buscapiés: ¿Quiénes van a ser sus cónsules? Además de las más de cien embajadas, tendrá Morena 50 personas capacitadas en el Servicio Exterior Mexicano para enviarlas a los 50 consulados en Estados Unidos para que realmente conviertan estas oficinas en defensorías del migrante? Porque se trata de ya no usarlos como trampolines de políticos que se quedaron sin curul para que esperen tres años hasta las próximas elecciones. ¿Habrá personal capaz de revisar y redactar nuevos reglamentos de emisión de pasaportes y matrículas consulares para que ya no se le nieguen a los paisanos por falta de documentación apropiada? 

Habiendo perdido el PRI (estrepitosamente también entre los migrantes, que solamente le dieron un mísero 10 por ciento de sus votos), ¿cuál será la nueva relación con las Federaciones, Asociaciones y Clubes de migrantes (en su mayoría gobernadas localmente por supuestos priístas), y cuál es el futuro del mentado Programa 3×1? ¿Seguirá el gobierno encabezado por Morena pidiéndole a los migrantes que se caigan con su cuerno para hacer obra pública?

Sin duda, los migrantes le darán a López Obrador y a Morena y aliado el beneficio de la duda, pero más vale despejar las dudas, y lo antes posible mejor.